La arquitectura es a veces tan difícil como la función que va a servir. Tal es el caso con el nuevo Centro de Control de Tráfico Aéreo (ATCC) para el aeropuerto de Ljubljana, Eslovenia. Ljubljana basado en estudio Sadar + Vuga tuvo que seguir un programa multifacético que exige la seguridad constante, la eficiencia operativa y la comodidad de los visitantes y el personal por igual.
Combinando funcionalidad y la estética, los arquitectos entregan un diseño eficaz, segura, sostenible y atractivo. Primer paso del estudio hacia la seguridad era mantener a la 2350-sq-m en el centro de la parcela 7996-sq-m. Pero el grito de guerra era compacidad. 'El diseño compacto sirve para mejorar la eficiencia operativa del edificio,' dicen los arquitectos. "[Además], con la orientación correcta del interior, protección contra sobrecalentamiento adecuado y ... el uso de fuentes de energía renovables (energía geotérmica), la compacidad del edificio también permite un buen certificado de eficiencia energética.
El resultado fue un 'shell monolítica' dividido en tres partes y organizado por cinco zonas con niveles de seguridad diferentes. Vidrio y revestimiento de aluminio envuelven la estructura que se compone de un comedor, salas de conferencias, salas de estudio, gimnasio, días y zonas de descanso noche y el espacio de control central. Desde el exterior, "el color beige y bronce de codificación de la fachada refleja visualmente el carácter del edificio de la seguridad y protección", dicen los arquitectos.
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